En la mañana, el fuerte viento me empuja rápidamente a través de los últimos 35 kilómetros hasta la frontera. Después de 2400 kilómetros un ciclo en Marruecos y 1400 km en el Sáhara Occidental, finalmente voy a cambiar el país. Hay cuarteles militares antes, pero el puesto fronterizo de sí mismo no es demasiado destacando. Hay un hotel, cafés y una tienda de cara frente a los coches de cola para pasar por la aduana. Muchos de ellos tienen un francés español placa, como la venta de coches europeos en Mauritania (y otros países) es un gran negocio. Viejos coches alemanes se venden por mucho más en África que en Europa. Autos robados, hay una historia que debe ser conducidos dentro de tres días hasta la frontera para escapar de la Interpol y los controles de la policía marroquí.

Mi neumático trasero parece peor y peor y espero poder hacerlo sin problemas al otro lado hasta Nouadhibou. Que está a unos 60 kilómetros, incluyendo algunas pistas, y no quiero tener que cambiar un neumático en allí. El hilo de lado ahora está bien deshecha y puedo sentir el tubo hinchado saltando.

El cruce desde Marruecos a Mauritania es especial, porque la frontera entera entre los dos países está marcada con las minas terrestres. Entre el puesto fronterizo marroquí y mauritano, hay una pista de 3 kilómetros largo apodada la tierra de nadie, que pertenece a nadie y donde la gente debe seguir detenidamente la pista para llegar vivo al otro lado. Yo había leído mucho sobre él, incluyendo a guías gritando"bomba!"a la gente para que les pagan por una travesía segura.

Estoy bien preparado, tengo el rastro GPS de 2 pistas seguras pasando por tierra de nadie y OpenStreetMap, sorprendiéndome cada día, tiene incluso marcada, y es más o menos coincidentes.

Después de pasar por inmigración y control de la gendarmería, me quedo a un "MInes: no deje la carretera"ingrese en una puerta a ninguna parte, en ninguna parte que parece un cementerio de coches y personas que esperan sin rumbo. Nadie me molesta excepto algunos cambistas. Es mucho menos peligroso de lo que dice la leyenda, el puesto fronterizo de Mauritania es visible desde el principio, y uno sólo debe seguir los coches y camiones pasando por muchas pistas. Que es lo que hice y ’ t coincida con el GPS rastros tuve pero llegué bien. Parece más desolada de miedo. Las pistas son a veces hechas de arena, a veces las rocas, por lo que no es divertido pero rápido.

Los procedimientos en el puesto fronterizo de Mauritania ir demasiado rápidamente. No se puede obtener mi extensión de visa aquí, pero estoy certificado que puedo hacerlo en Nouakchott y que ’ t ser un problema si expira mientras estoy en el camino.

Así que aquí estoy en Mauritania. A primera vista, parece igual que antes de la frontera: un camino de 2 carriles en medio de arena y piedras. Aunque hay más arena en este lado. El viento es muy fuerte y me voy directamente a Nouadhibou, la segunda ciudad más grande del país, en el extremo de una península, como Dakhla fue en el Sáhara Occidental.

Los hitos están aquí cada 5 kilómetros, así que tiene menos entretenimiento en el camino. Parece un poco más desorganizado, con clasificados de camiones y coches medio o completamente en el camino. Los puestos de control funcionan del mismo modo como en Marruecos, debo proporcionar mi pasaporte y viajar detalles, pero los gendarmes son mucho menos educados y uno aún no levantarse de su colchón donde él está copiando mi pasaporte.

No me importa, como solo quiero llegar a la ciudad antes de mi neumático explote, conseguir una habitación y relajarse. Cuando pase por la carretera para caminar y tomar fotos, recuerdo siempre que el área alrededor de las vías del tren, paralelos a la carretera, fue minada e incluso si no hay probablemente ningún peligro al 99,99%, el restante infame 0,01% es ponderación mucho contra mi voluntad de correr y explorar donde la gente no va.

En la entrada de la ciudad, allí está la estación de tren de pasajeros, para la gente saltando en los vagones de mineral de hierro vacía que se remonta a la mina en Zouerat y Fdérik. El tren es propiedad de la SNIM, la empresa de explotación minera, la mayor empresa del país, a cargo de la explotación minera, el transporte y la exportación de mineral de hierro. Se dice que es el más largo del mundo, con 2 o 3 kilómetros de largo. Ya he visto el otro tren que parece ser el más largo del mundo, en el Ferrocarril Sishen Saldanha en Sudáfrica, allí otra vez transportando mineral de hierro de la Sishen minas en Cabo Norte hasta la bahía de Puerto de Saldhana en la costa oeste (tenía en 1989 el récord mundial del más largo tren: 7,303 kilómetros, 71 210 toneladas, 660 vagones cargados, 16 locomotoras).

Y como pase la estación, el tren llega. De hecho es muy impresionante ver el tren interminable tira vagones para siempre de una nube de polvo. Mi rostro es también una nube de polvo en sí mismo, cada vez que transmito mis manos, me siento más arena que piel.

En esta nota positiva, entro en Nuadibú durante algunos días de descanso. Apenas cruzó el Sahara Occidental ciclismo pero no en un estado de ánimo de celebración, primero porque hay en Mauritania 500 kilómetros de desierto hasta Nouakchott y entonces porque tengo que hacer las reparaciones. Mis días de"descanso" son ahora seguir una rutina soy menos entusiasmados, ducha/lavado cabello/comer mucho/Limpie y aceite bicicleta/sueño bien/carga todas las baterías u ordenar fotos/escritura/subir y publicar, de manera que me gusta más mi bicicleta días cuando sólo puedo pedalear y ver el camino y el paisaje pasando por mí.

La entrada en Nouadhibou recae sobre un camino de 2 × 2 lane, a lo largo de la cual la ciudad se extiende por casi 10 kilómetros. El camino es mitad reducido por los carros de arena y burro. Parece que hay tantos coches averiados como cabras como correr coches. Aunque a veces me sorprende ver los rotos por coches que se mueven por sí mismos. La rotonda regla que prevalece es el camino más rápido. La arena es solo por todas partes en la ciudad, que sólo se ve como un gran lío. Pensé en Sáhara Occidental sería buena transición y preparación entre Marruecos y Mauritania, pero no fue. Hay una enorme brecha en la frontera y Mauritania es otro mundo, haciendo Marruecos parezca Suiza.

Después de recorrer casi toda la ciudad, llego a un auberge y poner la moto. El neumático sobrevivió pero tengo uno habló rota. La ducha no funciona porque hay no hay electricidad en la ciudad. Me han dicho que esto es normal, que todas las noches hay un apagón en toda la ciudad (el segundo del país). Gente camina con sus teléfonos móviles en la arena que una manera marca la acera de la carretera. Comer en un restaurante (con un teléfono móvil antorcha como luz principal) un pescado entero por algo más de 1 €. Este paso de frontera es un espacio más grande que la diferencia entre España y Marruecos.

La electricidad regresa durante una hora y corta otra vez, dejándome con lo único que tengo que hacer de todos modos, quedarse dormido.