Las temperaturas son decentes en la mañana y voy a ser capaz de empezar con agradables kilómetros. Una vez que el sol golpea mi bici y alforjas, justo encima de mi cabeza, el acero se quema y las maletas también. Actúan como hornos, así que no sólo tengo que saciar mi sed con agua salada tibia, pero también tengo que ser testigo de mis cosas "para mantener lejos de calor y luz directa del sol" morir. Mi acción de vache-rit ya fallecido, el líquido de purificación de agua Micropur está formando cristales y espero que la cámara y laptop va a sobrevivir.

La mayoría de los pueblos en el camino se introduce con el signo de un programa de ayuda: cooperación técnica belga, usaid, el proyecto hambre, otros menos conocidos... Incluso he notado Irán como patrocinador de algo. Junto con Corea del norte que construyó el polémico Monumento de la Renaissance Africaine en Dakar, es dos países que veo raramente fuera de las principales noticias. Esta es la carretera principal entre Touba, Thiès y Dakar, las mayores ciudades de Senegal, pero el tráfico está bien. No hay demasiados carros, sólo gente de vez en cuando los autobuses y camionetas 4 x 4.

La primera ciudad que atraviesan es Diourbel, donde Serigne Touba construyó su primera mezquita. Me parece más estético que el enorme Touba uno, que acumula superlativos sobre suelos de los mármoles más caros.

El camino corre paralelamente el viejo tren línea Dakar – Bamako, operando para pasajeros sólo en el Dakar corto – segmento de Thiès.

En vez de ir a Thiès, tomar un turno en Bambey dirígete hacia el norte otra vez al desierto de Lampoul. Hay una pista, que es casi una línea recta, hasta Mekhe, donde debo no conozco mucho tráfico. Antes de que, si bien refrescante de Bambey, otra vez soy afortunada víctima de la hora del almuerzo senegalés y estoy casi obligado a terminar un thieboudienne y un plato de yassa (especie de curry de pasta de cacahuete). Contamos con interesantes conversaciones que me hacen darse cuenta de que los mejores momentos en el viaje se gastan en lugares insignificantes donde nadie querría ir a parar. Estar en una bicicleta, es realmente una buena cosa es vulnerable a todas las interacciones posibles.

Con un estómago sobrecargado con arroz, el largo tramo a Mekhe es una repetición del mismo paisaje sobre 70 kilómetros: secos y calientes, cabras por todas partes, aquí y allá un burro, baobabs de vez en cuando y cables eléctricos que no se conectan a los pueblos debajo de ellos. Por lo menos, hay grifos de agua en las aldeas, procedente de un agua del tanque lo suficiente que yo don ’ t verlo. El agua vuelve a salado, pero estoy encantado de encontrar un grifo en un pueblo con no kilómetros de infraestructura alrededor.

Se ’ s un placer para desplazarse en esta pista roja en horas de la tarde. Las temperaturas son agradables (se ’ s incluso chill en la noche ahora, estoy más cerca de la costa), mi velocidad es limitada por la superficie de la carretera de hierro corrugado, nadie sino un pastor a cada 2 o 3 km. El tráfico se limita a los carros tirados por burros y un coche o dos por hora. Cuando el sol se pone, todo es de color rojo a la vista infinita de árboles y sus sombras.

Ha sido un largo tiempo que ’ t sentir la humedad, y esta mañana la carpa está mojada. Se seca rápidamente en el sol, mientras que las ardillas muchos corren. Tengo 30 kilómetros tranquilos hasta el final en la pista hasta Mekhe.

Mi llegada a Mekhe es una vuelta completa, no en el camino, pero con la multitud. Después de haber visto un grifo en la calle, de que los hombres jóvenes están llenando su docena de tanques amarillos tirados por el burro, poner mi moto no la pared y esperar mi turno usar el grifo. En aquel momento, un hombre viene por decir que el agua no es gratis y yo debo dar dinero a la anciana sentada aún más lejos, bajo un árbol. Sale rápidamente rodeado por una pequeña multitud y preguntó dónde me ’ voy para cuánto tiempo llevo aquí, “Necesito un neumático, Dame el tuyo“, “Comer esto, se ’ s larr” (mil, leche y plátanos, deliciosos), “Ir y hablar con esa señora“, “Llévame a Sudáfrica“, “Tomar este cabrito se ’ s 200 ’ 000 CFA“, “¿Llamas de como te?“, “¿Por qué estás en Senegal?“, “¿A dónde vas?” por unirse a la multitud de gente nueva ”, “Ir y darle dinero a esa mama“, “Casarse con esta chica ella ’ s agradable“, “¿Lo que ’ s esto para?” señala en bicicleta y tocándolo todo, “Sentarme aquí“, “Me dan un regalo“, “Que ’ s intercambiar nuestros guantes” por un hombre joven que llegan con su moto KTM y guantes agradables, “Dame dinero“, “Tomar un baño!” (I ’ m algo limpio, se ’ s solo mi camisa que lleva la suciedad durante muchos días), “Estancia aquí para descansar un poco“, “Estancia para el almuerzo“, “Que ’ s intercambiar su bicicleta con mi moto” agrega el joven con el KTM …

Salió de 70 km en una pista casi solitaria y sólo quería agua. Yo no estaba listo para las 20 personas que me rodean con tantas preguntas y sugerencias en pocos minutos y necesitamos mantener la calma. El efecto de la novedad desaparece lentamente y me las arreglo para conseguir mi agua y una baguette, Despídete y estar en movimiento otra vez. Mantener una velocidad de 10 km/h es mi único escape, aunque algunos niños pueden fácilmente chase me.

Estoy ahora en el principal eje Santo-Louis – Dakar, yendo hacia atrás. Mi lazo en el norte de Senegal tiene una forma extraña. Hay un poco más tráfico pero sigue siendo bastante tranquilo para una carretera. En los muchos pueblos que cruzo, oigo un continuo “kadokadokadokadokado ….” (presenta) de los niños que no saben nada en francés pero “Donne moi …” y “Cadeau“. Dura desde el momento en que punto me hasta que estoy fuera de su vista. Cuando oigo “Toubab!” suena como “Santa!“. Las aldeas han sido mucho más bonita en la parte del país.

Rompo un tercer rayo en la carretera plana, no ’ sabe por qué abandonan repentinamente me uno por uno. Después de casi 100 km, llego a la mar, Lampoul sur mer en la noche. Fui en bicicleta más allá de la puesta del sol como yo sabía que tenía un lugar para ir, el campamento de VITEL de Ibra Fall. Ahora es frío en la noche. Casi 1 km de bici empujando en la arena hasta las chozas mata a mi espalda, aunque estemos empujando tres. Pero finalmente puedo tomar una ducha y el resto en una configuración.

Dedico la recuperación del día siguiente (ha sido mucho tiempo yo no podía ’ t dormir hasta tarde) y visita a la vista de Lampoul: el desierto de Lampoul. Lampoul tiene un pequeño desierto, que son dunas justas sobre una franja de 4 km de largo. Nada que se compare con el Sahara, pero más bien jugando en la misma liga con el Sakyuu Tottori o la Dune du Pyla.

Hay un par de peces muertos en la playa, que es mejor que mucho de los peces muertos pero buenas tirados por los pescadores chinos porque se ’ re no está interesado en ellos e infinitamente mejor que los cuerpos de Saint-Louis, cuando 25 pescadores fueron tomados en una tormenta en sus piraguas, de los cuales 4 fueron encontrados en Lampoul.

Que ’ s no realmente un “ descanso ” caminar 15 km en la arena. Las dunas están ocultos en la vegetación, sin un camino (a menos que va a los acampamentos turísticos) y yo ’ t haya encontrado de la playa sin un aldeano guiándome.

Lampoul es la última parada antes de m ' boro, una ciudad cerca a Dakar donde puedo dejar mi bici y tomar vacaciones de ciclismo. Mbore está muy cerca, a sólo 45 km lejos al sur a lo largo de la playa. El père caída me dice que es posible llegar con la marea baja, cuando la arena es tan dura como cemento. Estoy feliz de escuchar esto, porque me salvará de ciclismo 120 km en las calles, que ya he ciclado 70 km.

Primero debo cambiar el tubo posterior, como remendar los múltiples agujeros ’ t hacer ejercicio. El neumático chino cambiado en Nouadhibou hizo un buen trabajo hasta las medias espinas de Acacias y otros árboles que cubren todos los senegaleses pistas y caminos. Entonces esperamos para cuando baja la marea en el 17, sólo para darse cuenta que gané ’ t poder a él. La arena dura está lejos de ser concreto y la rueda trasera se hunde por al menos 2 cm, lo que hace imposible para desplazarse. Hago un giro de 180 grados y usar las 2 horas restantes del día para hacer los 40 km a Kebemer, después de lo cual puedo acampar cerca de una familia.

Siento que he dormido con cabras y pollo en mi tienda. Una cabra en su Potrero ha sido balido en un pollo libre correteando con los pollitos después de él. Todo mi tienda. Que ’ s OK en lo ’ s la última vez antes de vacaciones …

Si los niños piensen que soy Papá Noel, muchos adultos piensan que puedo distribuir permisos de residencia para que puedan trabajar en Francia. Cada vez que escucho sobre Francia, parece un país maravilloso donde uno puede encontrar trabajo y transferir millones (de CFA) a la familia de vuelta a casa. Trato de decirles que vayan a Suiza en su lugar pero ’ trabaja: Francia sigue siendo un paraíso donde el dinero fluye en los bolsillos de los trabajadores no cualificados. El billete de pasajeros de barco ilegales a las Islas Canarias de Senegal es de más de 500 € y muy arriesgada, con altas posibilidades de ser cogido a su llegada. Sólo las personas que ya han trabajado en el extranjero tienen un enfoque realista sobre Cuándo ir donde y que la vida es mejor.

No hay nada mucho ver a lo largo de la principal carretera y me gire en Tivaouane para m ' boro. La única sorpresa es ver la enorme mina de vertederos de una explotación de química (fosfatos). Son antiguos y otros nuevos aparecerán pronto en la costa como un Empresa minera australiana consiguió la tierra para la producción de circón e ilmenita. Una concesión fue dada por 107 km. de costa en una franja amplia de 4,5 km, entre mbore y Saint-Louis, por lo que se convertirá en circón tercer más grande del mundo mío. Supongo que esos deseo de visitar la "Costa grande" de Senegal (incluyendo Lampoul) y no está interesado en megatrucks deben hacerlo con prontitud. He visto, en Mekhe, personas que trabajan en el ferrocarril abandonado de Dakar – Santo-Louis. Hablé con un hombre que pensó que podría volver a abrir. En aquel momento no sabíamos que el trabajo sólo pretendía el futuro transporte de mineral de la mina hasta el puerto de Dakar.

Después de 10 días sin electricidad, agua extraña, duchas de agua en un balde, pistas y el calor, tengo la sensación de lo que será el resto de África occidental se parecen. Por ahora sigo en el lado brillante del Senegal, uno con buena infraestructura y el turismo (relativamente) desarrollado para tomar vacaciones de ciclismo.